"La Iglesia será llamada a curar las heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad" (Papa Francisco)

5 de marzo de 2014

La Cuaresma (I): Oración

La iglesia de Santibáñez de Vidriales preparada para iniciar la Cuaresma

Hoy es miércoles de ceniza. Hoy comienza la Cuaresma. La Cuaresma es un tiempo importante para los cristianos porque es como la “puesta a punto” de los creyentes en Jesús para poder celebrar la gran fiesta: La Pascua. La palabra Cuaresma proviene del vocablo latino quadragésima, que recuerda sus 40 días de duración: desde el miércoles de ceniza hasta la tarde del Jueves Santo.  Esos 40 días tienen numerosas referencias bíblicas: los 40 días del diluvio, los 40 años que peregrinó el pueblo de Israel por el desierto en busca de la Tierra Prometida…, pero, sobre todo, los 40 días que Jesús estuvo en el desierto antes de iniciar su misión de anunciar el Reino de Dios.

Durante este tiempo, como digo, los cristianos realizamos la “puesta a punto” en nuestra vida para ajustar aquellas piezas que, en el largo camino de un año, se han desajustado; para retomar el camino correcto que, en ocasiones, se ha abandonado. Una puesta a punto que necesariamente tiene que contemplar las tres grandes dimensiones del ser humano: Dios, los demás y uno mismo.
Desde tiempo inmemorial la Iglesia, apoyándose en el capítulo 6 del evangelio según san Mateo que se lee el miércoles de ceniza, ofrece unas herramientas para revisar y reorganizar nuestra vida en esas tres dimensiones:

  • La oración: ayuda a profundizar en la relación con Dios 
  • La limosna: colabora a mejorar las relaciones humanas 
  • El ayuno: fortalece la personalidad, fortaleciendo la voluntad.

 
La ceniza que se impondrá sobre las cabezas de los que participan en la celebración

Hoy hablamos de la oración. Una oración muy típica -aunque no exclusiva- de la Cuaresma es el ejercicio del Vía Crucis, que literalmente significa el camino de la cruz. Son 14 momentos de la pasión de Jesús, desde su condena a muerte hasta su sepultura. A estos momentos se les llama Estaciones, o lo que es lo mismo, paradas en el camino.

Estaciones del Vía Crucis en la pared norte del Santuario de la Virgen del Campo
En nuestros días está muy de moda el mundo de la imagen, pero podríamos decir que ya en otros tiempos se consideraba importante. Los retablos de las iglesias no son otra cosa que una catequesis en imágenes. También en la mayoría de nuestras iglesias están representadas de modo gráfico esas 14 Estaciones en pequeños cuadros colgados de sus paredes. Así se puede ver gráficamente aquello sobre lo que se medita. Es más, en el rezo del Vía Crucis, en ocasiones se hace este camino de la cruz a modo de pequeña representación: caminado de Estación en Estación. Todo el pueblo, o un grupo que lo representa, va recorriendo de una en una las diferentes Estaciones, haciendo una parada en cada una de ellas. Si el pueblo no camina, al menos va girando su cuerpo en dirección a cada una de las Estaciones, de modo que la pueda contemplar.


Al detenerse ante la Estación para la reflexión-oración el ritual es, más o menos, el siguiente:

  * Primeramente se enuncia el número y nombre de la estación.
  * A continuación el que dirige el Vía Crucis aclama:
 “Te adoramos Cristo y te bendecimos.”
  * A lo que el pueblo responde:
“Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.”
  * Después se hace una breve reflexión sobre el motivo de la estación concreta que se contempla.
  * Reflexión que concluye con un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria al Padre. En algunos lugares tienen la costumbre de rezar estas oraciones de rodillas y el resto de los momentos en pié.
  * Concluye la Estación, antes de pasar a la siguiente, con otra aclamación:
Señor, pequé, ten piedad y misericordia de mí”.
     Hay quien añade en este momento un recuerdo por los difuntos, diciendo:
Que las almas de los fieles difuntos,
por la misericordia de Dios,
descansen en paz. Amén.”
     También hay localidades -yo lo he oído en Moratones- donde incorporan otra coletilla:
Bendita y alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo
y los dolores que padeció su Santísima Madre al pie de la cruz.”



Éstas son las estaciones del Vía Crucis:

A la izquierda: imágenes modernas de las Estaciones del Vía Crucis
en la Iglesia Parroquial de Santibáñez de Vidriales.
A la derecha: imágenes clásicas de las Estaciones del Vía Crucis
en la Iglesia Parroquial de Granucillo de Vidriales.


PRIMERA ESTACIÓN: 
Jesús es condenado a muerte.








SEGUNDA ESTACIÓN: 
Jesús carga la cruz.








TERCERA ESTACIÓN: 
Jesús cae por primera vez.





CUARTA ESTACIÓN: 
Jesús encuentra a su Madre.





QUINTA ESTACIÓN: 
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz.





SEXTA ESTACIÓN:  
La Verónica limpia el rostro de Jesús.





SÉPTIMA ESTACIÓN:  
Jesús cae por segunda vez.





OCTAVA ESTACIÓN:  
Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.





NOVENA ESTACIÓN:  
Jesús cae por tercera vez.





DÉCIMA ESTACIÓN:  
Jesús es despojado de sus vestiduras.





UNDÉCIMA ESTACIÓN: 
Jesús es clavado en la cruz.




DUODÉCIMA ESTACIÓN:
Jesús muere en la cruz.






DECIMOTERCERA ESTACIÓN: 
Jesús es descendido de la cruz y puesto en brazos de su Madre.










































DECIMOCUARTA ESTACIÓN:

Jesús es colocado en el sepulcro.



































Una gran parte de las Estaciones provienen de la tradición popular y no tienen referencias bíblicas. Con la intención de ajustar mejor este Camino de la Cruz al relato del Evangelio, a finales del siglo pasado, manteniendo el número de 14 Estaciones, se modificaron algunas de ellas. Aunque se puede seguir rezando según el modo clásico, las nuevas serían las siguientes:


Nuevo Vía Crucis:

    PRIMERA ESTACIÓN: Jesús en el huerto de los Olivos.
    SEGUNDA ESTACIÓN: Jesús, traicionado por Judas, es arrestado.
    TERCERA ESTACIÓN: Jesús es condenado por el Sanedrín.
    CUARTA ESTACIÓN: Jesús es negado por Pedro.
    QUINTA ESTACIÓN: Jesús es condenado a muerte por Pilato.
    SEXTA ESTACIÓN: Jesús es flagelado y coronado de espinas.
    SÉPTIMA ESTACIÓN: Jesús carga la cruz.
    OCTAVA ESTACIÓN: Jesús es ayudado por Simón el Cirineo a llevar la cruz.
    NOVENA ESTACIÓN: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.
    DÉCIMA ESTACIÓN: Jesús es crucificado.
    UNDÉCIMA ESTACIÓN: Jesús promete su Reino al buen ladrón.
    DUODÉCIMA ESTACIÓN: Jesús en la cruz, su Madre y el discípulo.
    DECIMOTERCERA ESTACIÓN: Jesús muere en la cruz.
    DECIMOCUARTA ESTACIÓN: Jesús es sepultado.



Tanto en una versión como en la otra, se ha considerado que, igual que el final de Jesús no fue el sepulcro, tampoco el Vía Crucis puede terminar en la sepultura. Por este motivo se ha añadido, tanto en el Vía Crucis tradicional como en el moderno, una nueva Estación: La Resurrección. Se concluye así la oración contemplando el acontecimiento principal que da sentido a toda la fe cristiana:
15ª Estación en la Iglesia Parroquial de Carracedo de Vidriales


DECIMOQUINTA ESTACIÓN: Jesús resucita de entre los muertos.